Quien piense que sólo el fútbol de hoy día está comandado por las televisiones, pronto se dará cuenta de su error. A finales de los años 80, las cadenas encargadas de la retransmisión de los partidos ya tenían mucho peso en el llamado 'deporte rey'.
Nos remontamos al Mundial que se disputó en Argentina en 1978. Ese torneo tuvo varias situaciones muy rocambolescas, pero una de las más rocambolescas se vivió en Mar del Plata el 10 de junio, cuando Francia y Hungría disputaron la última jornada del grupo 1.
Por aquel entonces, la televisión en color era bastante inusual y la mayoría de los espectadores tenían que conformarse con verlo todo en blanco y negro, con lo cual, había un problema en el enfrentamiento entre el combinado galo y el magiar.
Francia vestía de azul y Hungría de rojo. Hoy día, no habría problemas para distinguir ambos colores, es más, sería perfecto, pero en 1978 ambos se veían oscuros por televisión, por lo que era imposible distinguirlos. Se decidió que los franceses jugarían de blanco, su segunda indumentaria, y los húngaros de rojo.
Pero la FIFA informó a ambos equipos de que debían llevar la segunda equipación. ¿Cuál era el problema? Que los húngaros también usaban el blanco entero para su camiseta alternativa, con lo que el lío estaba servido y el partido no se podía jugar.
Tras 40 minutos de indecisión, los franceses dieron una posible solución. Vestirían la camiseta de algún club de Mar del Plata que estuviese cerca del estadio en el que se jugaba el partido, el José María Minella. El elegido fue el Atlético Kimberley, un modesto equipo marplatense.
El equipo en cuestión vestía de verdiblanco, lo que permitió que se pudiese disputar un partido que concluyó con victoria de Francia por 3-1 gracias a los goles de Christian Lopez, Marc Berdoll y Dominique Rocheteau, que hicieron inútil el tanto de Sándor Zombori.
Así fue como Atlético Kimberley, un modesto club que siempre vivió a la sombra del equipo más importante de Mar del Plata, el Club Atlético Aldosivi, fue conocido mundialmente, ya que, por primera y única vez en su historia, 'Les Bleus' pasaron a ser los 'vert et blanc'.