En el verano de 2006, Portugal e Inglaterra se medían en los cuartos de final de la Copa del Mundo de Alemania. En un intenso partido, Rooney vería la roja tras un encontronazo con Ricardo Carvalho gracias a las protestas de su, por aquel entonces en el Manchester United, compañero de equipo, Cristiano Ronaldo.
El luso saltó como un resorte para pedir al colegiado del encuentro la expulsión de Rooney. El delantero inglés llegó incluso a empujar al propio Cristiano antes de que sus protestas surgieran efecto y viera la roja. Una acción por la que CR7 fue brutalmente criticado en Inglaterra.
Los medios ingleses no tuvieron piedad por el delantero luso, que fue incluso silbado por su afición a su vuelta al United. Una situación insostenible por la que Cristiano pidió a Alex Ferguson su marcha de Old Trafford.
El técnico le hizo entrar en razón y le prometió dejarle salir cuando fuera el momento oportuno. Sir Alex cumplió su promesa tres años después, cuando el Madrid llegó a una cifra histórica nunca antes vista en la historia del fútbol.
Ahora, Cristiano habría tomado la decisión de marcharse de España tras sentirse maltratado por la Fiscalía y verse sólo en la lucha por demostrar su inocencia. Una decisión que el madridismo no entiente y que le pone de nuevo en el punto de mira.