Esto ocurrió en la primavera-verano del año 2008. Pep Guardiola era todavía el entenador del Barcelona B, y nadie en su sano juicio hubiera apostado por que unas semanas más tarde daría el salto al primer equipo.
La marcha de Rijkaard se daba por hecha, pero el nombre de Guardiola no entraba en las quinielas. De hecho, era Michael Laudrup el mejor posicionado.
Pero Pep tuvo otra oferta sobre la mesa, antes de recibir la llamada que le cambió la vida. "Guardiola pudo ser el entrenador del Getafe cuando estaba en el filial y Laudrup sonó para el Barça", comentó Ángel Torres en 'El Transistor'.
"Hablamos con Guardiola antes de que le llamase el Barça y estaba dispuesto a venir", agregó el presidente del Getafe.
Sin embargo, la opción Laudrup se desestimó en 'can Barça', y a alguien se le ocurrió darle la alternativa a Guardiola, quien apenas llevaba un año entrenando, en el filial azulgrana, al que hizo campeón de su grupo en Tercera División.
Una decisión que le cambió la vida a Guardiola y al mundo del fútbol, por lo que supuso su exitoso paso por el club azulgrana.