La ciudad de Kazán, sita a orillas del río Kubán, en el Krai de Krasnodar, está emplazada entre los mares Azov y Negro. Fue fundada en 1793 con el nombre de Yekaterinodar, 'el regalo de Catalina', aunque tras la Revolución Rusa pasó a denominarse con su actual nombre.
Krasnodar viene a significar 'regalo rojo/bonito', y es una de las pocas ciudades que cambió de nombre en época soviética y no recuperó el original tras la caída de la Unión.
Como toda ciudad nacida de la gran expansión del Imperio Ruso del Siglo XVIII, su carácter fronterizo marcó su desarrollo. Como capital del territorio de los cosacos, Yekaterinodar fuela capital 'de facto' de los rusos blancos, lo que se opusieron a la revolución bolchevique, desencadenando la terrible guerra civil rusa.
Krasnodar fue tomada por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, y liberada por el Ejército Rojo seis meses después, pero la ciudad no se libró de la desolación de la guerra, ni de las persecuciones étnicas y religiosas llevadas a cabo por los fanáticos de las SS.
La ciudad es el motor industrial de la zona y es la sede del Krai de Krasnodar, al que da nombre, aunque coloquialmente se le conozca como Kubán, por la histórica región de la cuenca fluvial del río homónimo.
En lo deportivo, Krasnodar es famosa por dos equipos de primer nivel en Rusia, el Kuban y el Krasnodar. Comparten ciudad, pero no estadio.
Mientras el Kuban juega en el Estadio Kubán, un clásico estadio al aire libre para poco más de 30.000 hinchas y levantado en los años 60', su vecino juega en el novísimo Estadio del Krasnodar (carece de un nombre propio).
Terminado en 2016, es uno de los estadios más nuevos de Rusia y, sin embargo, no ha sido sede ni de la Confederaciones ni del Mundial. Da cabida a 34.200 espectadores, no muchos más que el de su vecino, pero cuenta con unas instalaciones de primer nivel.
Por su privilegiada ubicación dentro de Rusia, la RFEF eligió Krasnodar como sede. Está a 'sólo' 1.400 kilómetros de Kazán y a apenas 200 de Sochi. Dista 1.700 kilómetros de Kaliningrado.
Por tanto, se eligió como un punto medio entre las tres sedes que tiene aseguradas España. Y la jugada fue maestra, porque al quedar encuadrada en el Grupo B, si España pasase a octavos como primera jugaría en Moscú (1.200 kilómetros) o en Sochi, si fuera segunda.
Los hipotéticos cuartos de España se jugarán en Sochi, de nuevo, si se termina primera o en Nóvgorod, si 'la Roja' fuera segunda. Los últimos cuatro partidos se jugarán en Moscú y San Petersburgo.
Por tanto, España haría la siguiente ruta: Sochi, Kazán, Kaliningrado (grupos), Moscú/Sochi (octavos), Sochi/Nóvgorod (cuartos), Moscú/San Petersburgo (semifinales) y Moscú/San Petersburgo (final y final de consolación).
La elección de Krasnodar trata de mitigar en la medida de lo posible las grandísimas distancias que tocará recorrer en Rusia 2018.