El equipo ha recibido el apoyo de su afición con la incorporación de seguidores de toda la provincia que han decidido mostrar su respaldo al club.
Con 95 años de historia, el Castellón está a punto de alcanzar los 10.000 abonados, un número muy elevado para un club que milita en Tercera División, categoría en la que lleva seis temporadas.
Los problemas económicos que arrastra en la última década, con impagos y hasta un descenso administrativo, han hecho que ahora la afición castellonense arrime el hombro para conseguir mantener con vida a su club.
La marcha del que fue presidente hasta junio, David Cruz, y la llegada de un nuevo grupo de gestión, liderado por el actual presidente, Vicente Montesinos, han contribuido al apoyo al club.
El objetivo del equipo para esta temporada es ascender a Segunda B y para ello deberá clasificarse entre los cuatro primeros, aunque en estos momentos ocupa la sexta plaza.