El Borussia de Dortmund ganó la DFB Pokal, tras llegar a las tres anteriores finales, y perderlas todas. Un triunfo que se celebró a lo grande en Dortmund, pero también en Friburgo.
Porque el modesto equipo de Baden-Wurtemberg se aprovechó de esta victoria de manera indirecta. El Friburgo fue séptimo en la Bundesliga, y se quedó a las puertas de la Europa League, tras perder en la última jornada ante el Bayern.
Le tocó bailar con la más fea en la última jornada, pero le quedaba una última oportunidad: entrar por la DFB Pokal.
La final la jugaron el Borussia, tercero en Liga, y el Eintracht, undécimo. Y si ganaban los de Tuchel, el séptimo clasificado de la Bundesliga jugaría la ronda previa de la Europa League. Y el sexto la evitaría, yendo directo a la fase de grupos.
Así, gracias a la victoria del Borussia, el Hertha acompañará al Köln a la fase de grupos, y cederá el trauma de tener que jugar una ronda previa al Friburgo. Un trauma que se ha celebrado como nunca en esa ciudad.
Es curioso. Dos equipos equipos que la pasada temporada estaban en Segunda, jugarán la próxima temporada la Champions y la Europa League. El fútbol alemán es fascinante.