El futuro de Aleñá estaba en el aire hasta que se conociera el futuro del filial barcelonista. El jugador tiene contrato con el Barcelona hasta junio de 2018 y una cláusula de tres millones de euros.
Con su renovación, el club le subirá el sueldo por su progresión deportiva.
El propio Carles confirmó su deseo de seguir en el Barcelona, ya que sabe que estará monitorizado por el técnico de la primera plantilla, Valverde, y que dispondrá de minutos de calidad y de forma continua con el filial mientras no juegue con la primera plantilla.