Fueron cuatro, pero pudieron ser muchos más. El Barcelona se aprovechó del pésimo momento de un Deportivo de la Coruña sin rumbo y goleó para cargarse de moral antes del 'Clásico' y mantener la diferencia con sus rivales en la tabla. Pase lo que pase en Madrid, el Barcelona entrará como líder en 2018 después de una primera parte de temporada casi inmaculada, culminada con la guinda del choque ante el Deportivo.
El equipo coruñés fue un rival fantasma y propició la goleada azulgrana. Los de Cristóbal intentaron jugar y presionar arriba y el Barcelona no tuvo ningún problema para machacar a un equipo con las líneas muy separadas y que actualmente carece de una identidad de juego definida.
El Barcelona comenzó dominando con un Messi en plan estelar. El argentino, sin embargo, tenía la pólvora mojada y vería cómo acababa el partido acumulando fallo tras fallo mientras sus compañeros celebraban una goleada que pudo ser histórica y que se quedó hasta corta.
Tras un gol bien anulado a Suárez, el propio jugador uruguayo hizo el primero en un auténtico regalo de Messi. Iniesta encontró al argentino en un saque de esquina y Messi controló con el pecho para dar el pase de la muerte a Suárez, que no perdonó ante Rubén.
Antes del descanso, el Barcelona aún amplió la diferencia en la primera aparición de Paulinho. El brasileño barrió un chut al palo de Messi -su segundo en aquel momento- y tranquilizó a la parroquia 'culé' con el segundo. Y por si fuera poco, el partido también tuvo su cuota de polémica en la primera parte, con un gol fantasma de rabona de Luis Suárez que no subió al marcador pese a que las imágenes confirmaron como válido a posteriori.
Messi y el Barça perdonan.
La segunda mitad no cambió mucho el decorado, con el Deportivo rendido y a la expectativa y con el Barcelona machacando a través de Suárez en la primera oportunidad. Entre tiro y tiro de Messi y con algún que otro penalti no señalado a Suárez languideció el choque, toda una fiesta para la parroquia azulgrana por la cantidad y calidad de las ocasiones de los suyos en todo el segundo acto.
Messi firmó su segundo 'hat trick' de palos esta temporada y todavía quiso resarcirse en otro penalti claro sobre Suárez que esta vez sí vio Mateu Lahoz. Rubén le adivinó el lanzamiento y el argentino se quedó a cero, siendo eso sí espectador privilegiado del 4-0, empujado de nuevo a portería vacía por Paulinho después de otro tiro al poste del Barcelona, esta vez de Jordi Alba.
Los últimos minutos pudieron dejar una goleada de escándalo para los de Valverde, que sin embargo siguieron hinchando su estadística de palos en la presente campaña en un nuevo chut de Suárez a poco más de cinco minutos del final ante un Deportivo contemplativo.
El Barcelona llega con la sexta marcha al 'Clásico' y manda un aviso a los que dicen que este es un Barça más práctico y menos ofensivo que los de antaño. Los 23 tiros, cinco palos, cuatro goles, un penalti fallado y un gol fantasma no concedido no dicen lo mismo.