El Atlético de Simeone ya está a seis puntos del Barcelona. Sin fichajes, con críticas y con un príncipe despertando parece que hay Liga. El Atlético supo llevar hasta su terreno a una Real Sociedad que pagó la relajación en la segunda parte.
Tanto el Atlético como la Real Sociedad compitieron para saber quién podía fallar más. Xabi Prieto dejó a Willian José totalmente solo delante de Oblak, pero su disparo se esfumó entre la grada y las miles de gargantas. Filipe volvió a frenar otra intentona del equipo vasco frenando el balón casi bajo palos.
Oyarzabal entró con todo en el área y Oblak cayó en la trampa. El esloveno cometió penalti y Willian José se aseguró el gol con un disparo potente y al medio. No se podía fallar más porque el Atlético empezaba a revivir.
El equipo rojiblanco fue coloreando el partido. Correa falló lo infallable, pero al final hubo final feliz. Una, dos y hasta tres veces falló el argentino delante de Rulli. No era su noche, pero había que trabajar, remar y creer hasta el final.
Una apisonadora aplastó a la Real
Este es el Atlético que todos quieren. Simeone tocó el botón en el descanso y la batería de sus futbolistas se puso al cien por cien. Una apisonadora que aplastó a la Real de la primera parte. El Atlético apuntó y enfocó hacia ub objetivo que llegó en el minuto 88.
A Griezmann le quitaron el gol del empate por fuera de juego y Rulli con una mano increíble tras un remate de cabeza a la cepa del poste. Cuando se cumplía la primera hora de partido, Saúl puso un centro al segundo palo que rescató Filipe. El lateral controló y amagó con sangre fría. Sin nervios, el balón acabó dentro de las mallas... y mirando el reloj.
Simeone no quiso cambiar lo que últimamente le está saliendo demasiado bien. Los cambios ofensivos volvieron a ser efectivos. Torres por Gameiro y Carrasco por Correa. El 'Niño' y el belga terminaron por desarmar a la Real.
Xabi Prieto volvió a perdonar con un disparo que se fue por encima del larguero y que a punto estuvo de cortocircuitar al Atlético. Saúl probó de nuevo a Rulli, que seguía en modo salvador hasta que Griezmann metió la bota en la línea de gol entre los últimos suspiros. Ese principe al que ya le quitaban la corona puso la victoria en las manos de Simeone. Atacando a diestro y siniestro en una segunda parte para enmarcar. Salió la verdadera esencia del Atético. Porque, como es de costumbre, nunca dejan de creer.