Ni la mejor versión del Betis en muchos partidos pudo frenar a un Athletic que ha puesto la quinta velocidad en busca del billete europeo que le habían complicado tanto Villarreal y Real Sociedad. Los tres ganaron en esta jornada intersemanal y mantienen las dos plazas europeas, a expensas de lo que ocurra en la final de Copa, en un pañuelo de dos puntos.
Tras una primera parte en la que Víctor logró sorprender a Valverde, Athletic y Betis se repartieron ocasiones y sustos pero sin efectividad alguna. Muy entretenida, eso sí, pero sin la esencia del fútbol. La grada de San Mamés, con una entrada bastante flojita, animaba a unos 'leones' que mostraron toda su fiereza en la segunda mitad.
Primero gracias a un claro penalti sobre Aduriz que él mismo se encargó de transformar. No perdonó ante un Adán que volvió a ser de los mejores de su equipo y al que su cláusula de ocho millones de euros no impedirá que se marche del Betis este verano. Marsella y Lyon se pelean por él, y con razón.
Unos minutos después, Muniaín aprovechó otra genial asistencia de Raúl García, clave en la lucha europea de este Athletic, para remachar a gol el 2-0. Parecía resuelto el partido, pero Rubén Castro, ese cazador insaciable, rescató el único error de Kepa en todo el partido para poner el 2-1 y llevar los nervios a San Mamés.
Tuvo la sentencia el Athletic en un par de acciones de Aduriz y Susaeta, pero el partido quedó abierto a todo. Y el Betis tuvo las suyas, sobre todo en las botas de Rubén Pardo, que dispuso de un balón franco para empatar y sólo el toque en un defensa impidió que el drama invadiese San Mamés.
El pitido final permitió suspirar. Al Athletic por el sufrido triunfo y al Betis por la sensación de haber competido bien en una plaza complicada, ya con la tranquilidad de tener la permanencia en el bolsillo. Europa echa humo...