La final de la Europa League se desarrolló tal y como la imaginó Mourinho. El United desplegó una maraña de piernas sobre el césped del Friends Arena de Estocolmo y los niños del Ajax desaparecieron entre tanto vigor y testosterona.
Los 'red devils' vuelven a campeonar en Europa de la mano de un Mourinho que, si bien no ha cumplido lo esperado en la la Premier League, puede presumir de tres trofeos en el año de su estreno en Old Trafford: Community Shield, EFL Cup y Europa League.
El precioso proyecto del Ajax promete muchas alegrías si logra retener a las figuras que diariamente moldea Peter Bosz. Pero los imberbes jugadores del equipo holandés no supieron qué hacer ante el plan pensado por Mourinho y ejecutado por sus soldados. En la guerra ganan los mayores.
Mourinho lo tuvo claro desde el inicio: presión sobre Schone, Ziyech y Klaassen. Desactivada la medular 'ajacied', sólo un Traoré al que no le importó lanzarse solo a la batalla hizo sudar a una zaga del United bien amurallada alrededor de Romero.
Con un Ajax desnaturalizado, al United le bastó con lanzar balones a Fellaini para que éste los peinara y Mkhitaryan, Mata y Rashford se lanzaran a por ellos como chacales. Una propuesta simple, pero efectiva: el Ajax apenas hizo cosquillas al United y los 'red devils' poco a poco metieron a su adversario en el área.
Pogba y Mkhitaryan confirmaron el dominio
El Ajax no encontró respuestas con el paso de los minutos y Pogba golpeó primero: su disparo rebotó en Davinson Sánchez y rebotó en Onana antes de colarse en la meta del Ajax. Un gol que resume perfectamente la actuación del United de Mourinho: cero fútbol brillante, absolutamente eficaz.
Traoré inquietó de forma individual, pero Blind y Darmian le sujetaron bien. Romero sólo tuvo que hacer dos paradas, y sólo una de ellas iba a su arco. Impotente Ajax ante un United que engordó su ventaja nada más empezar la segunda parte con un tanto acrobático de Mkhitaryan tras un córner.
Con el partido tal y como lo quería Mou, el United se limitó a colocarse bien pertechado alrededor de su área. El Ajax, incapaz de encontrar grietas, terminó por rendirse atrapado en el cepo de Mourinho. Demasiado niños para 'The Special One'.