En cuestión de meses, el Legia ha pasado de la felicidad de empatar ante el Real Madrid en Polonia, al sufrimiento que supone el 3-1 con el que se marcha de Kazajistán.
Los polacos no encontraron su mejor fútbol y sucumbieron en una muy buena primera parte del Astana. Sadiku anotó el gol de la esperanza y cuando el 2-1 se daba por bueno, llegó otro mazazo local en el 90'.
Twumasi ponía al Astana un pasito más cerca de la fase de grupos de la Champions, mientras que el Legia necesitará un 2-0 en la vuelta para poder seguir con vida.
Todo, unos meses después de aquel espectacular 3-3 en el que lograron poner contra las cuerdas al Real Madrid, flamante campeón de la Champions. Kovacic terminó rescatando a los de Zidane en los últimos instantes tras dejarse remontar anter un gran Legia.