Juazeiro, 6 de mayo de 1983. La familia Alves da Silva celebra el nacimiento del pequeño Dani, el último de los cinco hijos de Domingos y Dona Lucia. De origen humilde, la familia sobrevivía a duras penas gracias a una plantación propia que tenían cerca de casa.
Siendo todavía un niño de 7 años, Dani comenzó a trabajar en el campo con su padre y sus hermanos. Los días para él se alargaban hasta la saciedad. Desde las 5 de la mañana ayudaba a su padre en la recolección de melones, cocos, duraznos y cebollas. Unas cuatro horas después, dejaba el campo para asistir al colegio.
No fueron pocas las veces que, después de una jornada de campo y otra de escuela, el pequeño Dani volvía a enfundarse el sombrero para luchar contra el sol mientras recolectaba víveres en su plantación. Días eternos para un chaval al que lo único que le gustaba era jugar con sus amigos en pequeños campos de fútbol improvisados con piedras.
El cansancio y el sueño no azotaba a Alves para que, al final de cada día, acudiera a un campo de tierra cercano a su casa para darle patadas a un balón. Patadas que, sin saberlo, estaban forjando una de las mejores piernas derechas de las últimas décadas.
Durmió hasta los 13 años en una placa de cemento que su padre le consiguió. Usaba paños y mantas para tratar de disimular la dureza de su 'cama', pero eso no le quitaba amanecer cada día con un terrible dolor de espalda. Dani casi no podía dormir, pero nunca dejó de soñar.
Hasta en tiempos de escasez, su familia se las apañó como podía. No fueron pocas las veces que Dani y sus hermanos usaron pequeñas trampas caseras para cazar palomas en el pueblo y cocinarlas como si de pollo se tratara.
Pero todo en su vida cambió cuando, con 13 años, decidió probar suerte en el Juazeiro, el equipo de su pueblo natal. Poco tiempo después de comenzar sus andanzas en el club, en el que también jugaba su hermano, el Bahía, contrató a su por aquel entonces entrenador, José Carlos Queiroz... quien quiso llevarse a Dani Alves con el.
Los inicios fueron bastante complicados. El lateral se despidió de su familia con tan solo 14 años y cambió el pueblo por la ciudad de la noche a la mañana. Se marchó con tan sólo dos mudas limpias de ropa y le robaron una. Estuvo muy cerca de abandonar, pero uno de sus hermanos le convenció de que no lo hiciera...
Y el resto es historia. Dani Alves debutó en Primera División Brasileña con ese mismo club y tres años más tarde puso rumbo a Sevilla. Después de seis temporadas en el conjunto hispalense en las que levantó dos Copas de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España, puso camino al mejor Barcelona de la historia. Su palmarés allí es casi innumerable. Posteriormente buscó nuevos retos y se marchó a la Juventus, donde ganó un doblete en su primer y único año. Su último movimiento, al PSG, comenzó con una Supercopa de Francia.
A día de hoy, aquel niño que dormía en una placa de cemento, recolectaba víveres de madrugada y cazaba palomas en época de sequía es el jugador en activo con más títulos del mundo. Y, en caso de sumar un trofeo más, se convertirá en el futbolista más laureado de la historia, pues actualmente, gracias a sus 35 entorchados, comparte lugar en el 'top' del fútbol mundial con Ryan Giggs y Kenny Dalglish,.