Tras 80 minutos peleado con el gol, la paciencia de Cristiano, poca de natural, se agotó. Se lo hemos visto hacer en tantas ocasiones... Cuando las cosas no le salen, se frustra y se comporta como un crío.
Por ejemplo, en el gol de Isco que supuso el 2-0. El malagueño chutó a puerta en lugar de devolverle el balón en una jugada que inició él. Y a Cristiano le sentó mal. En lugar de ir a felicitar a su compañero, le dio la espalda y se fue caminando hacia el círculo central, farfullando algo.
Pero lo preocupante llegó minutos más tarde. En el 78', Cristiano peleó por un balón largo con el central blaquiazul Mario Hermoso, y en la pugna, el balón se marchó por línea de fondo y fue saque de puerta.
Cuando perdió la oportunidad de jugar el balón, a Cristiano le saltó el relé, y se le soltó la pierna, buscando dar una patada a su rival. No es la primera vez que lo hace, ni será la última.
Una vez más, Cristiano se ha marchado de rositas tras su enésimo intento de agresión. Hermoso se dio cuenta de lo sucedido, faltaría más. Se lo echó en cara y Cristiano le recriminó una acción previa.
Llegará el día en que le pillen, y volveremos a ver a Cristiano hablando a la prensa de su injusta expulsión. Porque a veces parece que el luso vive en una burbuja, en otra realidad, sobre todo cuando le toca ser 'el malo'.
Cristiano intento de patada Mario Español: https://t.co/erNlWaKlUV vía @YouTube
— Tentador (@Moner1419) 1 de octubre de 2017