Y eso que la noche no empezó de la mejor manera para los locales, que vieron como su rival se adelantaba en el marcador en el minuto dos. La primera jugada del partido supuso el 0-1, obra de Henrique Dourado.
El delantero visitante se disputaba el trofeo de máximo goleador del torneo con Jo, su homónimo, casualmente, de Corinthians, y daba de cabeza el primer zarpazo del encuentro.
El primer tiempo transcurrió con el dominio estéril de Corinthians. El buen hacer defensivo del 'Flu', que no dio espacios ni opciones a los de Carille en los primeros 45 minutos, llevó el '2' en la quiniela al descanso.
Sin embargo, ni un minuto tardó Jo en poner el empate tras la reanudación con un genial cabezazo tras un buen envío desde la derecha. Explotaba el Arena Corinthians, que apenas tuvo tiempo de sentarse antes del segundo tanto.
Y es que el propio Jo se aseguró el 'Pichichi' con otro testarazo, esta vez al recoger un rebote, y confirmaba la remontada que dejaba a Corinthians en ese momento como campeón del Brasileirao.
Con la grada volcada (incluido Ronaldo Nazário, entregado con los suyos), llegó el tercer tanto ya en la recta final. Jádson, que ya avisó con un balón al palo un minuto antes, hizo el 3-1 con un buen disparo cruzado en el minuto 85.
El partido, que tuvo que ser detenido por las bengalas y el consiguiente humo que impedía la visión, llegó a su fin con la esperada explosión de júbilo de los brasileños, que suman su séptimo título liguero de su historia.
Así, Gremio y Santos, que perseguían a los de Carille, dicen adiós de forma matemática a un título que será festejado cómo se merece en el estado de Sao Paulo, equipo al que, además, supera en Brasileiraos (7-6).