El delantero italiano, que se marchó tentado por el capital chino el pasado verano a vivir una nueva aventura futbolística protagonizó uno de los goles del año en el último partido del Shandong Luneng.
Su equipo empataba a cero ante el Chongqing Lifan cuando él, en el minuto 76, aprovechó un centro desde la banda izquierda para controlar el balón con el pecho, tirar un sombrero antes de que la bola cayera y lanzar una volea increíble.
El tanto fue respondido por el conjunto visitante a sólo cinco minutos del final. Las tablas del marcador hicieron que el golazo del ariete transalpino se quedara sin mucha recompensa, pero sin duda es uno de los mejores goles vistos en lo que llevamos de temporada.