El Barcelona de Valverde continuó con su pleno de victorias en Liga en otro partido de escasa brillantez y tremenda efectividad. A diferencia de Getafe, donde a los azulgranas les tocó remontar, el partido de Girona fue plácido y benévolo para el Barça. Dos tantos en propia puerta de los gerundenses lo facilitaron todo y en la fase final apareció el apetito goleador de Suárez para poner el tercero.
Girona y Barcelona llegaron de la mano al primer derbi entre ambos en la máxima categoría y parecieron continuar hermanados tras el pitido inicial. Al Girona se le olvidó que el compañero -político- era hoy el enemigo y brindó innumerables concesiones a un Barcelona que en este inicio de campaña las sabe aprovechar a la perfección.
Por si no fueran suficientes los tremendos espacios a la espalda de la defensa que dejaron durante todo el encuentro, los de Machín también le 'regalaron' dos goles al conjunto azulgrana. Y ante tal ventaja, el Barcelona decidió que no era necesario forzar la máquina y culminó uno de los partidos más plácidos que se recuerdan a domicilio en 'can Barça'.
El planteamiento algo suicida del Girona invitó constantemente al Barcelona a buscar los balones en largo. Mascherano se convirtió en el mejor 'quarterback' y surtió de infinitos balones a Suárez, Alba y Aleix Vidal, dos extraños invitados en la ofensiva azulgrana que habitaron durante todo el choque en área del Girona.
El ex del Sevilla, liberado de tareas defensivas, volvió a brillar como en su etapa en el club hispalense y dio presencia en la banda derecha a un Barcelona que no pudo contar con el mejor Messi, completamente anulado por el marcaje al hombre a que le sometió Maffeo durante todo el partido.
Toda ayuda es buena.
Desaparecido el argentino, el Barcelona se adelantó en una acción a balón parado. Este tipo de jugadas, otrora una rémora para los azulgranas, se han convertido en una nueva manera de crear peligro desde la llegada de Valverde. Llegó el 0-1 tras una mala volea en jugada ensayada de Jordi Alba que se metió en su portería Aday Benítez y estuvo cerca de subir el 0-2 al marcador en un cabezazo de Paulinho que no cogió portería por poco.
Poco más se puede contar de la primera mitad en lo referente al ataque azulgrana, mientras en la otra área Ter Stegen tampoco tuvo que intervenir nada más que en un buen disparo desde la frontal de Douglas Luiz.
El comienzo de la segunda parte llevó aparejado el 0-2, anotado de nuevo en propia puerta por el Girona. Aleix Vidal recibió y ganó la línea de fondo, se creció con un taconazo y, tras fintar un remate Suárez, Gorka se introdujo el esférico en su propia portería.
Tanto regalo recibió el Barcelona sin merecerlo que los de Valverde se echaron a dormir pensando en la Champions. Y el Girona dio un paso adelante en busca de un tanto que no terminaría por llegar y que hubiera condicionado un poco el final del choque.
Fue el momento elegido por el Barça para ejecutar a los de Machín. En una de tantas subidas, el equipo gerundense se desguarneció atrás y Sergi Roberto encontró a Luis Suárez para que el uruguayo pusiera fin a su nefasta racha de cara a gol.
No hubo tiempo para mucho más y tampoco pareció importarle demasiado a un Girona que mostró una buena cara y supo frenar a Messi, pero que no contaba con los dos 'regalos' otorgados al grande en el primer derbi entre ambos en Primera.