Seguramente a los puntos mereció más el Madrid, pero el conjunto de Pochettino contuvo al equipo blanco y rascó un empate. No muchos equipos pueden presumir de sumar en el Bernabéu. Sí lo hace un Tottenham que le aguanta al Madrid el pulso por el liderato del grupo.
Llegaban Cristiano y Kane al Bernabéu como hace más de 20 años llegaron Tyson y Holyfield a Las Vegas. Dos púgiles de moda que se batían con los mismos números en sus respectivos bolsillos: 43 goles en año natural. Ninguno logró elevarse sobre el otro.
Tanto el luso como el inglés salen en las fotos de los goles, no obstante, aunque emergieron como héroes de la noche un Keylor felino y un Lloris gigante. El costarricense y el francés salvaron a sus equipos cuando el rival tocó arrebato. Una lucha que sí estuvo a la altura del evento.
Ambos equipos impusieron su plan: el Madrid, a hacerse propietario de la pelota, y el Tottenham, a la espera de una contra incontestable. Con un Isco terrenal, el conjunto de Zidane careció de movilidad y los delanteros no se mostraron excesivamente certeros.
Si Benzema hubiera metido el rechace que le llegó tras el palo de Cristiano, el libreto habría mostrado algún borrón. No entró la bola del francés y respondió el Tottenham con una carrera de Aurier, un centro para remate de Kane y un equivocado despeje de Varane que terminó en gol.
Tardó el Madrid en reponerse y el Tottenham se desesperaba por un penalti a Llorente, pero llegó la redención blanca. Pena máxima sobre Kroos y Cristiano, como es habitual, no erró.
Exhibiciones de Lloris y Keylor
Añadió el Madrid algo de gasolina al ataque en la segunda mitad, pero donde no llegaron ni Benzema ni Cristiano lo hizo un Lloris imponente. En dos minutos firmó dos de las mejores paradas del torneo: despeje con el tobillo a testarazo del francés y mano arriba a durísimo derechazo del luso.
El mérito del Tottenham fue no descomponerse. Pochettino, ciertamente, logró más que Zidane, porque el argentino sí pareció conformarse con el empate. Gozaron Kane y Eriksen de ocasiones claras, pero Keylor no quiso ser menos que su homólogo 'spur'.
Los últimos 20 minutos fueron un resumen del partido: un Madrid dueño del balón pero nada venenoso y un Tottenham que vino a aguantar y correr. No hubo directos al mentón, ni cuenta atrás, ni KO. Reparto de premios y nueva cita en Londres.