A sus 22 años, al central se le presenta un escenario perfecto para ir haciéndose un hueco en el primer plantel del Villarreal. La baja de Semedo, que se lesionó en un entrenamiento antes del partido ante el Girona, le ha brindado una oportunidad de oro.
De momento, Calleja ya lo ha incorporado a la dinámica de entrenamientos del primer equipo. Su evolución determinará si se trata de una apuesta a largo plazo o si se puede ir alternando con otros defensas del filial.
A priori, la idea del técnico madrileño es convertirlo en un fijo. Otros jugadores del B ya lo consiguieron, como los casos del portero Ander Cantero y el centrocampista Ramiro Guerra, que se mantienen en la disciplina del primer equipo.
Riera, que llegó al Villarreal procedente del Celta B, podría seguir la estela de ambos jugadores esta temporada.