"Diez futbolistas que jueguen siempre encuentran quizá antes la línea de juego. El costo de hacer múltiples cambios es la crítica, pero la ventaja es llegar enteros a los últimos meses. Repetir formación daría más estabilidad a la línea de juego, este equipo el año pasado sufrió el desgaste de una competición múltiple y recargar de minutos a los jugadores", espetó Berizzo para zanjar la polémica de las rotaciones.
Esa fidelidad en sí mismo por encima de als críticas recuerda mucho a Bielsa, que siempre muere con sus ideales más allá de la opinión pública.
Berizzo quiere, además, evitar el mal que condenó al Sevilla de Sampaoli: con un once tipo peleó la Liga a Real Madrid y Barcelona hasta que se desfondó y acabó pidiendo la hora para salvar la cuarta plaza, tras descarrilar en Europa.
"Acepto la crítica, pero tengo el convencimiento de que nos impondremos en la línea de juego y llegaremos descansados a los últimos meses. El gran beneficio es ser un equipo fuerte de cara al futuro. Si usara diez futbolistas solamente también me criticarían por no aprovechar la gran plantilla que tengo, así que entre una crítica y otra opté por ser fiel a mí mismo", sentenció el argentino.
Mensaje que recuerda también a Luis Aragonés: "Hay que llegar bien a los últimos diez partidos de la temporada. Ahí se juega todo".