El técnico marcó sin duda la carrera de Arbeloa. Aún recuerda el día que no paró de llamarle Cafú...
"Jugamos un partido con el Sevilla e íbamos ganando en la primera parte. Y ese día me tocó a mí en el descanso. Me llamó Cafú ocho veces", explicó.
Y es que cuando Mou no estaba contento, se lo hacía saber... "No estaba contento porque había subido muchas veces y aquella charla fue sólo para mí, prácticamente. 'El equipo está bien, pero tenemos a Cafú allí en la banda...', decía una y otra vez", continuó.
Una frase que sirvió a Arbeloa para mejorar. "Ese día sabía que me había tocado y decidí no subir tanto en la segunda parte. Me marcó porque fue capaz de exigir y pedir a todos por igual, se llamase como se llamase. Aquel día me tocó a mí que me llamase Cafú 500 veces en 10 minutos, pero otro día sabías que le tocaba a otro", expresó.
Una anécdota con Mou que nunca olvidará. Y es que el luso deja huella...