Criticado por varios sectores de la prensa y hasta casi ridiculizado con cánticos por su propia afición, el israelí Omer Atzili abandonó el Granada sólo un año después de su fichaje.
El volante israelí, que no alcanzó ni la decena de partidos con el club andaluz, llegó precedido de gran fama, pero nunca se metió al público en el bolsillo.
Al contrario, su curioso nombre propició que varios miembros de la afición jugaran con su nombre e inventaran cánticos.
El futbolista de 23 años nunca tuvo opciones de demostrar su calidad en un equipo claramente a la deriva desde el comienzo de la temporada. Ahora, intentará volver al máximo nivel en su Israel natal.