Pese a que tuvo que quedarse sentado en el banquillo blanco, Gareth Bale se tomó muy bien su suplencia en la final de Champions y no dejó de sonreir durante todo el calentamiento.
Además, las cámaras de televisión enfocaron en varias ocasiones al delantero 'merengue' durante el partido y su sonrisa se mantenía permanente.
Sin duda, mucha clase del jugador galés en el día de la final en su ciudad.
Gareth Bale no entra en el XI de la final... pero no para de sonreír en el calentamiento. Hay que tener mucha clase. Chapeau pic.twitter.com/LgfAvp6QyL
— Alberto Piñero (@pineroalberto) 3 de junio de 2017