Jordi Alba ha recuperado su mejor estado de forma esta temporada. Tras casi perder la titularidad con Luis Enrique a ser una pieza indiscutible con Valverde.
Ha ganado el Barça y sobre todo ha ganado Messi, con el que se entiende a las mil maravillas. De hecho, las cuatro asistencias que ha regalado el lateral zurdo han terminado en gol del argentino.
Se ha convertido en un clásico del juego del Barça las aperturas de Messi a la izquierda, las llegadas a la línea de fondo del internacional español y los remates finales del argentino.
En San Mamés volvió a relucir esa conexión. Tras la marcha de Alves, Messi parece haber encontrado un nuevo amigo sobre el terreno de juego. Esta vez, en la banda contraria.