Aunque Valverde le dio la oportunidad ante rivales de primer nivel (Real Madrid, Atlético de Madrid y Ahtletic), todos fueron a domicilio, en un intento disimulado de proteger a André Gomes del fervor del Camp Nou.
El portugués no convence, no gusta y no se le augura el futuro prometedor que se le presumía por el precio que se pagó por su fichaje el verano de 2016.
Sin embargo, en la directiva 'culé' aplauden la decisión de Valverde de mantenerle en el escaparate para evitar otro caso Arda, olvidado en el banquillo y en la grada, por el que nadie quiere pagar por incorporarle.
Mientras Gomes desperdicia sus oportunidades con el Barcelona, Mendes trata de buscarle acomodo a una de las grandes decepciones de los últimos mercados azulgranas...