La última lesión de Bale, confirmada hoy por los galenos de Gales y que tendrá al zurdo al menos un mes fuera de combate, ha terminado de hacer saltar las alarmas en el Real Madrid.
Está muy lejos del caso de Woodgate, uno de los mayores fiascos que se recuerdan en el conjunto blanco por culpa de las lesiones. Pero su situación sí parece comparable a la que vivió Robben en el Bernabéu.
El holandés nunca logró encontror regularidad en sus dos años como jugador del Real Madrid. Las lesiones le hicieron parecer de cristal y acumuló más de 30 partidos perdidos por problemas musculares, un tormento que le acabó sacando del club rumbo a Munich.
Después, Robben completó un tratamiento que le hizo mejorar radicalmente de sus problemas con las lesiones. Llegó a dos finales de Champions y a una de un Mundial. De los trés, sólo pudo levantar la 'Orejona' con el Bayern. Era otro jugador si le respetaban las lesiones.
Ahora, Bale empieza a recordar al holandés. Castigado constantemente por problemas musculares, sus dos últimos años en el Real Madrid están resultando bastante preocupantes. El galés no logra encadenar más de dos meses consecutivos sin lesionarse y eso está marcando su rendimiento.
Justo cuando estaba volviendo a reencontrarse con el nivel y tras el buen gol marcado en Dortmund, Bale ha vuelto a sufrir una lesión que le mantendrá un mes en el dique seco. Además, le impedirá luchar junto a Galés por una plaza en el Mundial de Rusia.
Un nuevo problema para Zidane y para un Real Madrid que empieza a plantearse en serio la continuidad del galés ante sus constantes problemas musculares.